Lun. May 20th, 2024

“Si alguien se tiene que ir a la casa es el señor Marín (presidente de YPF) y toda su gente”, arengó el secretario general del gremio de petroleros de base (SIPGER), Rafael Güenchenén desde el escenario montado esta mañana en Cañadón Seco.

Para seguir afirmando las bases de su protesta contra la deserción de la petrolera YPF de la zona norte de Santa Cruz, SIPGER, organizó un acto con la participación de intendentes de zona norte: estaban Pablo Carrizo de Caleta Olivia y Antonio Carambia de Pico Truncado; y como oradores estuvo Jaime Àlvarez, y el ministro de Trabajo, Julio Gutiérrez.

Tal como expresó en esa parte del discurso, para Güenchenén la preocupación es por los operarios que quedarán “stand by”, por cinco o seis meses, en sus casas, cobrando un sueldo mínimo petrolero, hasta que se reactiven los yacimientos que abandonará YPF.  Licitar esos yacimientos a otra empresa demandará ese tiempo, calculan desde el sector petroleros.

Por eso, los sindicalistas quieren que, al menos, YPF se haga cargo del “pasivo ambiental”, de la recomposición de las áreas contaminadas. Eso implicaría una inversión millonaria que permitiría mantener puestos laborales.

La coyuntura actual es diferente a protestas de otros años, cuando el sindicato se enfrentaba incluso a gobiernos provinciales y nacionales. Hoy, quien es gobernador es del riñón del SIPGER, Claudio Vidal, y todo lo que hace el gremio cuenta siempre con la venia de él.

“Qué le pasa a YPF que quiere, antes de irse, que los trabajadores queden ocho horas en las casas o condicionar a las empresas para que el petróleo o el gas se lo vendan a ellos, condicionando el futuro de la provincia, condicionando puestos de trabajo, regalías”, vociferó Güenchenén en otra parte de su discurso.

Para mostrar sus cartas, el gremio petrolero suele expresar altisonantes frases de rebeldía o confrontación contra las petroleras cuando entran en conflicto.

“Señores de YPF: las puertas de Ramón Santos están abiertas, pero paguen al pueblo de Santa Cruz lo que el pueblo de Santa Cruz les dio”, dijo casi al final.

“Que se preparen los de YPF porque en 23 días nos van a tener discutiendo paritarias”, agregó.

El acto fue breve.

Luego todos se sacaron una fotografía conjunta y se despidieron.

Entre los oradores no salió ni una crítica al gobierno de Javier Milei, cuyo representante en la presidencia de YPF sigue los lineamientos de trasladar todo a Vaca Muerta.

Se sabe que la intención final de Milei es privatizar o vender las empresas del Estado. Querrá avanzar con la venta de las mayoritarias acciones estatales de YPF. Sobre eso, por ahora, no hubo palabras en el escenario.

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