«El pueblo y la historia juzgarán como imperdonable la indiferencia e incluso el goce sádico por el sufrimiento ajeno que estamos presenciando», fue una de las frases contundentes del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, en su discurso de apertura de sesiones en la Legislatura Provincial.
«Lo que Milei llama equilibrio es en realidad una sociedad cada vez más desequilibrada. ¿Qué clase de equilibrio puede experimentar una persona a la que de repente le quitan el trabajo? ¿De qué equilibrio habla el presidente cuando miles de familias tienen que cambiar a sus hijos de colegio, cuando hay pacientes cuyos tratamientos se interrumpen, cuando disminuyen sus ingresos y aumentan las dificultades de los jubilados para acceder a sus medicamentos, cuando hay tantas obras paradas, disminución de salarios, y cierre de comercios? ¿A eso Milei lo llama equilibrio? Eso no es equilibrio, eso es una masacre social».
Junto al discurso del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, el discurso del gobernador bonaerense Axel Kicillof no solo se refiere a los malabares que debe hacer como administrador de una provincia que tendrá que ajustarse urgentemente, sino que también denuncia las atrocidades del modelo que Milei quiere imponer, un modelo feroz, cruel e inhumano con las mayorías pobres.
Es por eso que durante la tarde había mucha expectativa sobre lo que iba a decir Kicillof. Y no decepcionó. «Libertad para los libertarios parece ser libertad para comprar», dijo, resumiendo la filosofía caníbal, «pero solo para aquellos que pueden hacerlo, mientras que para el resto se reduce a la libertad de carecer de todo lo necesario para vivir dignamente, y a veces incluso para sobrevivir».
El mandatario bonaerense analizó los disparates de Milei, cuando este dijo que «se evitó» una hiperinflación que «el presidente primero ubicó en 3000 por ciento, luego en 15000, y el viernes en el Congreso volvió a elevar al 17000 por ciento la inflación imaginaria que, según él, se evitó».
Luego mencionó que existe otra novedad, única acaso en todo el planeta: «Tenemos un presidente que festeja los monopolios y la concentración económica que todos los demás países combaten, limitan y regulan». «Los resultados están a la vista, desreguló completamente los bienes que consumimos los argentinos», manifestó.
Pero además, habló de precios concretos como el del pan, el arroz de mil pesos el kilo a dos mil, un aumento del cien por ciento en dos meses; el litro de leche aumentó un 84 por ciento; el detergente un 118 por ciento; llenar un tanque un 150 por ciento. «Y un capítulo aparte son los abusos en los precios de los medicamentos», siguió contando. «Los laboratorios hicieron lo que quisieron con los precios, desencadenando una catástrofe sanitaria», dijo. Habló, por ejemplo, del medicamento más vendido como el Ibuprofeno, que presenta un aumento acumulado del 800 por ciento, la morfina o el tramadol. «La famosa libertad de precios en mercados altamente concentrados como los de los medicamentos puso en crisis todo el sistema de salud».
Lo escuchábamos declamar el viernes, para regocijo de los trolls que poblaban los balcones del Congreso, que se ajustó a la política. Es puro verso. La motosierra se aplicó sobre los jubilados, los trabajadores, los pueblos de las provincias.
Mencionó la caída de los ingresos en un tercio. Un tercio… Tras los despidos y la recesión que se avecina, anticipó Kicillof, habrá cierre de empresas y negocios.
Mencionó el caso de ACINDAR, la industria automotriz que reduce turnos. Además de legisladores nacionales y provinciales, en los palcos había dirigentes de la CGT, desde Hugo Moyano hasta Baradel, entre otros.
Otro ajuste que se avecina es el tarifazo energético. «El objetivo es poner las tarifas energéticas al precio internacional». Es decir, quiere dolarizar los precios, por ejemplo, el de los combustibles, a un dólar por litro, pero los salarios e ingresos son diez veces menores que en Estados Unidos, por ejemplo. Pero otro elemento fundamental: «Los recursos energéticos de nuestro país se generan con recursos de todos los argentinos», dijo.